(...) Por último, están los que piensan que por alguna razón van a ofender usando las palabras correctas, por ejemplo, tienen cuidado al usar “esperar” y usan “aguardar”; siguiendo la misma línea nunca usan “murió”, usan “falleció”; y les da pudor usar “pobre” entonces usan el “humilde” que para nada es lo mismo. Hablar mejor y claro hace que una sociedad sea más sana. Vayamos al grano y no digamos más: “Hay un señor humilde que va a fallecer aguardando” y tengamos la claridad y el valor de decir: “Hay un señor pobre que se va a morir esperando”. Nos despertaría más, nos haría más maduros a la hora de expresarnos y serían tal vez más claros nuestros reclamos.
Fernando Peña *
domingo, 1 de febrero de 2009
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